"... y allí había quedado ella. Atrapada entre extraños sujetos intentando arrastrarla a un mundo donde no queria pertenecer, donde no buscaba aceptación. Allí, donde todos hablaban un idioma que no entendía. Donde la unión era mala palabra y cada uno quería gobernar al otro sin importar qué. Buscó un poco de luz entre tanta oscuridad simbólica.
"¿Qué busca señorita?" Preguntó una niña de rubios cabellos con una paleta en su mano.
"Como salir de aquí" Replicó ella esperando que la única cosa que no parecía ser extraña, le contestara.
"No puedes, tu ahora eres parte de nosotros"
"Pero soy distinta a ustedes"
"Todos los somos..." Dijo señalando con su paleta. Allí no había ninguno que se parecia en nada al otro. ¿Recien se daba cuenta? "... Por eso eres parte de nosotros. En este lugar solo los que somos diferentes podemos pertenecer. No hay dos iguales"
"¿Ni uno?" Preguntó más al aire que para la niña. Luego se dio cuenta de que ella era parecida a ella. "Pero tu y yo..."
"No, nosotras somos diferentes" Dijo mostrando su aspecto infantil a la mujer.
"Debes tener razón"
"¿Sabes que es lo bueno de vivir aquí?" Preguntó.
"Que aqui nadie tiene que fingir ser otra persona"

Miró la realidad de las palabras. Todos allí eran diferentes pero ninguno con miedo a demostrar lo que realmente era.

"¿Tu de donde vienes?"
"Supongo que de un mundo de mascaras" Respondió la mujer.
"Todos vinimos de allí" Replicó con nostalgia la pequeña..."