Mi mente está completamente en blanco. Si logro hacerlo podré por un minuto ignorar todo a mi alrededor y respirar. Sentir como el aire fluye a través de mis pulmones y como llega a su destino final para sentir la carga de tener que expirar otro aire, uno que yo produje. No tendría que abrir los ojos y el paisaje lo inventaría yo, uno muy lejos de aquí y bastante lejos de allá también. Mis oidos solo escucharían lo mismo que al tratar de escuchar a las caracolas, el sonido del mar, o el sonido de la calma. Mis manos no se enfriarán porque todo el calor que necesito está dentro de mi. Solo es cuestión de canalizarlo.
Sí, quiero tener la mente en blanco.
¿Será lo mismo para los que borran sus recuerdos... viven ellos en un estado de mente en blanco que les impide volver a la realidad?
¡Qué ganas de estar allí! ¡Qué ganas de que no vuelvan los recuerdos, ni que venga la realidad!
Abro los ojos y miro a la ciudad, los autos que avanzan, las personas que caminan con un rumbo fijo... ¡Qué realidad estupida! Me levanto de la mesa y pagó al mozo, al parecer, no podré relajarme por un buen rato, por lo menos, no aún.
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